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Los colores del monte: saberes compartidos

Marzo llegó al Impenetrable con buenas novedades para las 24 mujeres que forman parte del grupo de tejedoras que apuestan por la naturaleza. Mujeres criollas que tejen en lana de oveja a bastidor; mujeres con saberes ancestrales que rescatan, defienden y transmiten saberes de generación en generación.

En esta oportunidad, Natalia Orozco —diseñadora textil especializada en teñidos con tintes naturales— y Liliana Sotto —hilandera y coordinadora de una cooperativa de mujeres trabajadoras de Amaicha del Valle, Tucumán— llevaron adelante el segundo encuentro de Hilado Artesanal y Teñido con Tintes Naturales en El Impenetrable, Chaco.

El taller tuvo lugar en la Escuela-Taller de Oficios del paraje La Armonía y en el Centro Cultural del Paraje Nueva Población, buscando acercar la capacitación a los vecinos del Parque Nacional.“Este segundo encuentro de tejedoras, promueve la puesta en valor de saberes ancestrales y, además, brinda la oportunidad de crear un producto con valor agregado, que genera ingresos genuinos, ayudando a fortalecer los grupos de trabajo y los sentidos de orgullo, pertenencia y arraigo local”, explicó Fátima, coordinadora del programa Emprendedores por Naturaleza de Fundación Rewilding Argentina.

Además, las mujeres tejedoras vienen trabajando hace algún tiempo con nuevos motivos inspirados en la flora y fauna del lugar. Estas piezas pueden comercializarse con la marca territorial, El Impenetrable, y permiten comunicar la importancia que tiene la conservación del monte en pie, con todas sus especies presentes” agregó Fatima.

A lo largo del taller se trabajó sobre el mejoramiento de la fibra, con técnicas de lavado, mejoramiento y tizado. “Lo que nosotros aportamos es mejorar la calidad de los hilos por la rusticidad que hay en la zona para poder hacer mejores terminaciones en los productos. Eso lo conseguimos con la rueca, que es el torno de hilar que se hace manualmente con pedal y que si bien provee el mismo resultado que el huso, aporta distintos diseños, lo que le da un mayor valor a las prendas” sostuvo Liliana Soto.

“Es muy importante recuperar estos conocimientos ancestrales que se han perdido a partir de la industrialización y la aparición de los tintes sintéticos que han ido borrando nuestra huella cultural” comentó Natalia Orozco, quien además se mostró muy contenta al ver el entusiasmo de las mujeres artesanas, motivadas a pensar en nuevos diseños con todos los colores encontrados, en especial el de la grana cochinilla, un tono muy anhelado desde el primer encuentro.

El taller también invitó a las mujeres “Cocineras del Impenetrable” a capacitarse en la preparación de platos regionales que revalorizan la cultura local y que son buscados cada vez más por los visitantes de la región.

El grupo de mujeres tejedoras crece mes a mes, aportando al fortalecimiento grupal, orgullo y pertenencia, arraigo local y empoderando a mujeres que, por primera vez en su vida, tienen independencia económica. ¡Este encuentro es el segundo de muchos más que están por venir!