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Sabores que preservan la naturaleza

La revalorización cultural y la conservación de las tradiciones ancestrales son pilares fundamentales para el desarrollo sostenible de las comunidades vecinas al Parque Nacional El Impenetrable, en Chaco. Allí, Alina Ruiz ha liderado el trabajo de rescatar recetas de antaño y darle valor agregado a los productos nativos elaborados por las mujeres de El Impenetrable.

Gracias a las capacitaciones, un grupo de mujeres lugareñas se han formado como cocineras de oficio, perfeccionando técnicas de cortes, cocciones, higiene y cuidado de la materia prima. De esta manera, han logrado afianzarse y satisfacer las necesidades de los turistas que visitan la zona, incluso aquellos con diversos requerimientos de alimentación, como platos aptos para vegetarianos, veganos y celíacos.

Los resultados no se han hecho esperar, ya que la comunidad ha vuelto con agrado y entusiasmo a utilizar productos como la algarroba, el mistol, el charque, el ucle y los yuyos aromáticos. Además, los platos más populares, como las empanadas de charque, el asado de chivito y los guisos en tiempo de invierno, han ganado gran reconocimiento entre los visitantes.

Las mujeres cocineras han encontrado nuevas actividades en las que se sienten cómodas, como el diseño de sus menús, la elaboración de dulces y el diseño de bolsas para su comercialización. Además, tienen objetivos a largo plazo, como tener su propio lugar para recibir a los turistas, poder ofrecerles un plato único e, incluso, brindarles alojamiento.

Lo más importante: estas mujeres han encontrado en este proyecto una oportunidad para quedarse en su lugar de origen y transmitir sus conocimientos y tradiciones a las nuevas generaciones. Además, han aprendido sobre la conservación de la naturaleza y la importancia de proteger las especies en peligro de extinción, convirtiéndose en verdaderas representantes de la cultura y la conservación.

Ser una mujer cocinera de El Impenetrable es una tarea llena de amor y compromiso, ya que se trata de preservar la cultura gastronómica ancestral y, al mismo tiempo, colaborar con la conservación de la vida silvestre. Las mujeres cocineras utilizan ingredientes autóctonos y técnicas de cocción transmitidas de generación en generación para elaborar platos que reflejan la identidad de la región. En resumen, ser una mujer cocinera en El Impenetrable es una labor de amor por la cultura y la naturaleza, y su trabajo es una muestra de cómo la preservación de las tradiciones y la conservación del medio ambiente pueden ir de la mano para construir un futuro más sostenible y justo.