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La Algarroba: Un Camino Hacia la Producción Sustentable en el Monte Impenetrable

Campaña de Recolección de Chauchas de Algarroba: una actividad económica que aporta a la conservación de la naturaleza

El Monte Impenetrable, con su paisaje y biodiversidad única, alberga un recurso invaluable: el algarrobo. Y su importancia trasciende lo económico: este árbol emblemático, el «árbol de la vida», es esencial para el ecosistema y las comunidades locales. Proporciona sombra, forraje, modera las temperaturas extremas, y mejora la absorción del agua de lluvia, haciendo de su conservación una prioridad.

La recolección de su chaucha es una tradición ancestral en la región. Los habitantes, que tienen sus árboles en su jardín, por años y generaciones las cosecharon para alimentar a sus animales en invierno y molerlas para producir harina.

Hoy, fruto de la necesidad, los vecinos desmontan sus árboles para venderlos a empresas madereras por escasos ingresos. Esta es una amenaza para la naturaleza de la zona y un modelo de producción que tiene fecha de vencimiento para los locales. 

Por eso la recolección de algarroba ofrece una alternativa a este modelo extractivo, promoviendo el uso sostenible de los recursos del monte y fortaleciendo la relación de las comunidades con su entorno. Como explicó Guadalupe Molinaro, una de las coordinadoras de la campaña: “Es el cuarto año que acompaño a la comunidad con la recolección de vainas, y cada vez ellos se sienten más motivados.  El entusiasmo se comienza a percibir ya con la floración de los algarrobos y no se habla de otra cosa con los vecinos de si será un año bueno para colectar o no. Siempre es una experiencia muy satisfactoria ver cómo se transforman la visión y la relación que tenían con la chaucha”.

Este año, la campaña de recolección contó con la participación activa de 67 familias, quienes recolectaron un total de 6.700 kilos de chauchas de algarrobo, marcando un avance significativo en esta iniciativa de conservación.

De la vaina al valor agregado

La recolección de la chaucha de algarrobo tiene raíces profundas en las tradiciones del Chaco. Durante generaciones, las familias recolectaban las chauchas para alimentar a los animales y producir harina en morteros. Hoy, este súper alimento, rico en nutrientes y al alcance de los vecinos, se proyecta como un producto con alto valor agregado y potencial para ingresar a mercados nacionales e internacionales.

La campaña 2024 logró que 6.400 kilos de algarroba fueran enviados a Molinos Cerrillos, mientras que una parte menor fue adquirida por la Fundación Rewilding Argentina para la producción de alimentos locales, como alfajores y budines. Este modelo no solo promueve una actividad productiva en favor de la naturaleza, sino que también refuerza el sentido de identidad y orgullo en las comunidades: como resultado de varias capacitaciones en gastronomía con las mujeres «Cocineras del Impenetrable» hoy las mujeres comercializan alfajores, helados y budines a base de algarroba, despertando el paladar de la comunidad y de los turistas que deciden acercarse a conocer el parque.

Superando desafíos logísticos

Trabajar en el área buffer del Parque Nacional El Impenetrable, que abarca unas 250.000 hectáreas, presenta retos logísticos considerables. Las distancias entre las familias y los puntos de acopio, el estado de los caminos y las condiciones climáticas complican la recolección y el transporte de las vainas. Este año, se implementó una estrategia que permitió simplificar la logística: la consolidación de centros de acopio intermedios, donde los vecinos podían llevar sus recolectas a cambio de un precio diferencial.  

“La experiencia fue muy satisfactoria, un 70% de las familias que se inscribieron a la colecta decidieron trasladar por su cuenta las bolsas hasta los lugares designados.” cuenta Guadalupe. 

Según Rocío García Castaño, quien también forma parte del equipo sostuvo: “Creo que fue una buena estrategia. Aunque implicó un esfuerzo extra para las familias, muchas se organizaron y lograron trasladar las bolsas en motos o carretillas. Fue emocionante ver cómo la comunidad wichí se sumó por primera vez, con familias que hicieron hasta 20 viajes para llevar sus recolectas a los puntos de acopio”.

Impacto en la Comunidad y el Ecosistema

La recolección de algarroba fomenta una economía basada en productos no maderables, promoviendo prácticas sostenibles y nuevas oportunidades de generación de ingresos. Además, fortalece la identidad cultural, al re-valorizar el uso de la algarroba en la vida cotidiana y generar ingresos dignos para las familias locales. Este modelo de economía restaurativa no solo conserva el monte, sino que también empodera a la comunidad, proporcionando un recurso que podría posicionarse en mercados nacionales e internacionales.

Celebración y Revalorización Cultural

Este año, eventos como la Peña Algarrobera y el Festival de La Algarroba celebraron esta tradición, atrayendo a la comunidad y turistas. Durante el evento, se ofrecieron comidas típicas elaboradas con algarroba, como alfajores y budines, además de otros platos tradicionales de la región. También se destacó la tradicional aloja, una bebida fermentada hecha a base de algarroba, que se convirtió en el centro de atención de la feria gastronómica.

La tarde en el anfiteatro local fue a puro baile con grupos musicales de chamamé y chacarera que  llegaron de todos lados: Miraflores, Pompeya, Castelli ¡y hasta de Santiago del Estero! Animaron a los asistentes, creando un ambiente de celebración y baile. 

Estas iniciativas comunitarias no solo promueven la algarroba como símbolo cultural, sino que también fortalecen el sentido de pertenencia y los lazos entre las comunidades, celebrando la riqueza del monte nativo y su potencial como motor de desarrollo sostenible.

Mucho más que una actividad económica

La recolección de algarroba en el Monte Impenetrable es más que una actividad económica; es una estrategia de conservación que fortalece el vínculo entre la comunidad y su entorno, asegurando un futuro sostenible para el monte y sus habitantes. Con iniciativas como estas, se construye un modelo de desarrollo que protege la naturaleza y enriquece la vida de quienes dependen de ella.

«Cuanto más logremos escalar año a año en la recolección, mayor será el impacto. Es una forma de luchar contra el desmonte y de conservar a todas las especies que este árbol emblema protege”, reflexionó Guada.

El sueño de transformar la algarroba en un alimento representativo del Chaco, reconocido a nivel nacional e internacional, está cada vez más cerca. El Impenetrable encuentra hoy una nueva esperanza: un futuro donde la economía se construye a partir de actividades restaurativas, protegiendo el monte y garantizando una vida digna para quienes lo habitan.

Fotografías de Natalia Trzcina, Guadalupe Molinaro y Luis Garay